Comunicación PSOE 
Con solo dos episodios de lluvias intensas, el 2 de mayo y el 25 de septiembre, el vecindario de Rambla de la Mancha (cerca de la Fuente del León) ya está preparado para hacer una valoración de cómo se comporta la calle. Peor que antes de las obras de mejora.
La frase más repetida estos días es que ‘La calle Rambla es una rambla’, pero eso no consuela a las vecinas y vecinos. Ahora se ocupan de parte a los seguros por los desperfectos que se han producido en sus hogares, locales y negocios.
La altura de la calle ha subido porque se ha elevado el nivel de la calzada hasta llegar a las antiguas aceras, e incluso está por encima de la altura de la acera anterior (según los propios vecinos más de 5 cm). Porque cada vecino sabe a qué altura llegaba la calle antes en relación con su fachada.
Hemos tenido dos lluvias intensas en cinco meses y los resultados han sido destrozos en las propiedades. Se anunció que la obra pondría fin a las inundaciones y no ha sido así.
El proyecto fue cambiando, primero los vecinos fueron informados de que se renovaría la red de alcantarillado, luego se les dijo que no. Todos ellos advirtieron de que pasaría lo que finalmente ha pasado.
El Equipo de Gobierno de Roselló debe salir del estado de negación y entrar en de aceptación. El diseño de esta actuación ha empeorado las consecuencias de las lluvias en las viviendas y locales de la calle.
De hecho, hay un negocio que nos ha contado que añadió durante la obra una capa asfáltica debajo de los adoquines en su fachada, pagada de su bolsillo.
La respuesta inicial del Equipo de Gobierno ha sido la negación. Para ellos lo que ha sucedido son fenómenos meteorológicos ‘extremos e impredecibles’ y se aferran a la intensidad de lluvia caída. El primer día fueron 60 litros/hora y la más reciente 116 litros/hora; pero finalmente la lluvia total fueron menos de 20 litros, es decir que esa lluvia intensa duró menos de 10 minutos.
No hay nada de extremo ni impredecible en esto, lo más normal es que pase al menos dos veces al año.
El Equipo de Gobierno de Roselló debe salir del estado de negación y entrar en de aceptación. Sí, la Rambla es una rambla, pero el diseño de esta actuación ha empeorado las consecuencias de las lluvias en las viviendas y locales de la calle.
A partir de aquí ha de aceptar que tiene responsabilidades y que tiene como obligaciones, escuchar a los vecinos y plantear actuaciones que se puedan hacer. Desde luego a corto plazo no parece viable levantar la calle y bajar su nivel, pero hay otras cosas que sí se pueden hacer. De hecho, si hay alguna anomalía achacable a una mala ejecución de la obra, aún está en periodo de garantía y no se ha devuelto la fianza.
A partir de aquí ha de aceptar que tiene responsabilidades y que debe escuchar a los vecinos y plantear actuaciones que se puedan hacer.
Hay vecinos que se han puesto en contacto con el Ayuntamiento, alguno por escrito, en este escrito se habla del empeoramiento de la situación a pesar de las promesas y también de cómo el tráfico contribuye a empeorar la situación porque crea un ‘oleaje’ que eleva el nivel del agua en la calle. También se refiere a los incidentes producidos por averías de coches que se quedaron parados en mitad de la riada.
Vamos a referirnos a lo que estos vecinos están pidiendo:
Piden que el Ayuntamiento se reúna con ellos colectivamente y les informe de la situación, así como que escuchen lo que quienes residen y trabajan en la calle piensan.
Que se haga una valoración de los daño producidos
Que se haga un plan para prevenir daños personales ante esta situación
Que se contemple la restricción del tráfico en la calle en situación de lluvia
Un estudio que proponga una solución definitiva a las inundaciones.
Que se informe a los vecinos de todas las actuaciones previstas.
Los vecinos piden que el Ayuntamiento se reúna con ellos colectivamente y les informe de la situación, así como que escuchen lo que quienes residen y trabajan en la calle piensan.
También los vecinos están planteando que el Ayuntamiento financie los sistemas de cierre que hay que instalar en puertas y respiraderos de sótanos, las típicas tablas se han modernizado y son más ligeras y herméticas .
Porque en esas estamos, en pleno SXXI y las soluciones van a ser los clásicos tablones en las puertas, y si nos descuidamos habrá que volver a consutruir “el puentecico” un pequeño puente de medio metro de altura que unía el Pasaje con la Calle San Francisco hace un siglo.
En definitiva, el Ayuntamiento debe dejar de culpar a la fatalidad, y debe asumir que existe un problema del que le advirtió todo el vecindario, si el problema está en la ejecución material o la ingeniería del diseño, que pida responsabilidades ahora que la obra está en garantía.
Piden que el Ayuntamiento se reúna con ellos colectivamente y les informe de la situación, así como que escuchen lo que quienes residen y trabajan en la calle piensan.
En el corto plazo, unificar soluciones para todos los vecinos y financiarlas o cofinaciarlas por cuenta del Ayuntamiento.
Estudiar qué se debe hacer con el tránsito en esa calle cuando hay amenaza de lluvia y diseñar una solución de ingeniería definitiva, aunque fuera para aplicarla a largo plazo.
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