Comunicación PSOE 
Estos vertidos estaban taxativamente prohibidos en verano por los olores, proliferación de insectos y otros organismos transmisores de enfermedades, la liberación de nitrógeno amoniacal y otros gases
En 2007 el Ayuntamiento de Almansa aprobaba la Ordenanza Municipal de Medio Ambiente que prohibía el vertido de lodos de depuradora y de purines en el término municipal de Almansa durante los meses de verano.
La razón de esta prohibición está en los problemas sanitarios que estos vertidos producen, con los consiguientes problemas de olores, proliferación de insectos y otros organismos transmisores de enfermedades que se desarrolla con la subida de las temperaturas y la liberación de gases como el nitrógeno amoniacal y otros gases.
El vertido estaba taxativamente prohibido desde el 15 de junio al 15 de septiembre.
La aplicación de los lodos de depuradora es una práctica legal, es un vertido que se utiliza para abonar los campos, pero no está exento de riesgos, sobre todo de contaminación de las tierras, el agua y los alimentos, como demuestra que tengan que pasar diez meses desde que los lodos de depuradora se vierten en la tierra y que se puedan cosechar cultivos.
Verter lodos de depuradora es legal, pero conlleva riesgos de contaminación de las tierras, el agua y los alimentos, tienen que pasar diez meses antes de que se puedan cosechar cultivos
A este riesgo se añaden las molestias en este tiempo de verano derivado del calor y la presencia de vecinos en casas de campo y segundas residencias.
Hace unos años Roselló modificó la ordenanza de Medio Ambiente, para permitir estos vertidos con una autorización expresa del Ayuntamiento, en la práctica se están autorizando todos los vertidos y los campos de Almansa están siendo objeto de estos desagradables vertidos también en los meses de verano.
Roselló modificó la ordenanza de Medio Ambiente, para permitir estos vertidos, en la práctica se están autorizando todos los vertidos en los campos de Almansa
Se han delimitado dos zonas de vertidos que excluyen el casco urbano, pero que suponen una gran parte del término municipal de Almansa. Teóricamente no se puede verter a menos de 2km de cualquier zona habitada, pero para tener esta consideración debe haber un núcleo de tres viviendas, y las viviendas de campo aisladas no se ven protegidas por esta excepción. Sobre la protección de los vertidos de las viviendas aisladas hemos debatido en la Comisión de Medio Ambiente donde se ha pasado esta medida con el rodillo de la mayoría del PP.
Se han delimitado dos zonas de vertidos que excluyen el casco urbano, las viviendas de campo aisladas de estas zonas no están protegidas.
Ahora mismo el Ayuntamiento tiene solicitudes autorizadas para verter en los campos de Almansa lodos de depuradoras de 22 poblaciones de la Comunidad Valenciana que serán vertidas por varios gestores de residuos. Y de momento se están autorizando todas. Incluso aunque no cumplan estrictamente con todos los requisitos.
El problema es que después de la autorización el Ayuntamiento no tiene medios para comprobar si efectivamente los vertidos se hacen en las condiciones en las que se pactan los vertidos.
El Ayuntamiento tiene solicitudes autorizadas para verter en los campos de Almansa lodos de depuradoras de 22 poblaciones de la Comunidad Valenciana
Se trata de vertidos que tienen que aplicarse al suelo después de un tratamiento, que tienen una dosificación máxima en función de su contenido contaminante y de los análisis del suelo y que tienen un protocolo para su aplicación que impiden que se almacenen en las tierras de labor más de tres días.
En la práctica el Ayuntamiento no dispone de medios para hacer cumplir los condicionantes que impone a las empresas de vertidos.
En resumen vamos a tener vertidos en los campos de Almansa de los lodos de 22 depuradoras de la Comunidad Valenciana, una práctica que hasta hace poco estaba totalmente prohibida en los meses de verano por la Ordenanza de Medio Ambiente y que ha sido modificada por Roselló para autorizar en la práctica todos esos vertidos en la mayoría del término municipal, sin tener en cuenta la más mínima distancia con viviendas o segundas residencias en las zonas autorizadas. El alcalde Roselló demuestra una vez más su nula sensibilidad ambiental, con una medida que afecta sobre todo a quienes tienen viviendas o segundas residencias en el término y que serán los que van a sufrir los olores y nubes de insectos asociados a estos vertidos.
En la práctica el Ayuntamiento no dispone de medios para hacer cumplir los condicionantes que impone a las empresas de vertidos.
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