Quienes nos gobiernan sólo hablan de previsiones de crecimiento, de indicadores económicos, de que la situación mejora en este porcentaje o en ese otro, etc., y al final queda la sensación de que los ciudadanos y ciudadanas, para quienes toman las decisiones, sólo somos cifras: un número más o un número menos. Sus políticas provienen de cifras e intereses económicos de unos y de otros, salvo de quienes día a día sí viven pendientes de números. Números que les impiden pagar la hipoteca, el alquiler, mantener su vivienda a una temperatura apropiada en invierno, comprar medicamentos, alimentarse adecuadamente o afrontar cualquier imprevisto para llegar a fin de mes.
Como les gusta hablar de cifras y no de personas, para que nos entiendan tal vez sea necesario hablarles en los mismos términos numéricos:
- Según la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social, el 36.7 % de la población castellano manchega se encuentra en las condiciones de pobreza y exclusión que señala el indicador AROPE.
- Somos la tercera región que más se ha empobrecido desde que gobierna María Dolores de Cospedal. El Producto Interior Bruto (PIB) de la región se ha reducido un 4’1%. Cuando tomó el mando de la región, los castellano-manchegos tenían por cabeza 400 euros más que hoy día y la región valía (según el PIB) 1.200 millones más que ahora. Necesitaríamos un mínimo de 6 años para recuperar los valores que tenía antes de que gobernarse el Partido Popular.
- Según el paro registrado en enero de este año, 5.026 personas más se encontraban desempleadas en nuestra comunidad autónoma. Si atendemos a los datos de la última EPA de finales de 2014, el paro en Castilla-La Mancha afecta a un 28’5% de la población.
- El último Informe de Rentas Mínimas del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, dice que “la región tiene una cobertura irrelevante en ayuda a las familias, diez veces menor a la media española”. Castilla-La Mancha “tiene una cobertura de 0,62 por cada mil familias beneficiarias de estas ayudas, mientras que en la media nacional es del 5,48 “. “Sólo se ayuda a 1.297 hogares de los casi 300.000 que lo necesitan, cuando en el resto de comunidades autónomas se ayuda a una media de 16.069 hogares en cada una de ellas”.
Estos son los “números”, sólo unos cuantos de los muchos en los que podríamos traducir tres años y medio de desgobierno y que han logrado que seamos unas de las regiones más pobres, la que menos ayudas destina a las familias y más ha recortado en servicios sociales, educación, políticas de empleo y sanidad.
Vienen elecciones y, para seguir dónde están, seguirán dando cifras “positivas”, ofrecerán “migajas” en forma de una u otra ayuda puntual o prometerán lo que haga falta, para luego seguir destruyendo el estado de bienestar y los derechos de las personas en función de sus “números”. Como ciudadanos y ciudadanas, que es lo que realmente somos, aprovechemos la ocasión que sí tenemos de ser un “número”. Todos y todas tenemos la oportunidad, mejor dicho tres oportunidades, para emitir nuestro voto en nuestros ayuntamientos, comunidades y en nuestro país. No la desaprovechemos y apostemos por quienes realmente se comprometan a priorizar nuestros “números”.
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