Hoy el PSOE, a través de la concejala Salud López y su compañero Valero González, ha querido hacerse eco de las demandas que uno de los barrios más emblemáticos de nuestra localidad viene reclamando desde hace muchos años a través de sus vecinos: el Casco Histórico. Unas reclamaciones que han seguido repitiendo una y otra vez al equipo de gobierno y que siguen cayendo en saco roto. Se sienten ninguneados y se ven forzados a seguir denunciando a través de las redes sociales.
Urge garantizar la seguridad de las casas y apostar por incentivos a las viviendas y a la creación de negocios, mejorar la limpieza y la vigilancia.
En estos últimos años la apuesta de este ayuntamiento se ha centrado en la consolidación y recuperación del Castillo. Hemos conseguido restaurar el monumento y se ha creado un edificio para albergar las excavaciones, lo que sin duda contribuirá a mejorar la atracción de turistas a nuestra localidad. El entorno del Castillo se convierte así en un foco fundamental y el Casco Histórico se suma al escaparate que vendemos a quienes nos visitan.
Todos recordaremos que este barrio sufrió una remodelación hace años, el famoso Proyecto del “Cerro del Águila” del Partido Popular con una inversión superior a 1,5 millones de euros. Un proyecto de reurbanización que buscaba la revitalización del casco histórico de la localidad. Sin embargo el paso del tiempo solo ha demostrado que este proyecto no ha conseguido sus objetivos porque ni ha puesto en valor el casco histórico ni ha promovido el desarrollo socioeconómico del mismo ni de manera turística ni favoreciendo la creación de empleo que tanto vendían con la instalación de talleres artesanos, comercios y empresas de hostelería.
Proyecto “Cerro del Águila” del Partido Popular no ha conseguido sus objetivos
Si atendemos a las reclamaciones de los vecinos durante todos estos años estas actuaciones más que rehabilitar el barrio lo que han conseguido es degradarlo y conseguir el efecto contrario acelerando el deterioro de las viviendas a causa de las humedades y las filtraciones. Para los vecinos existe una correlación entre las obras ejecutadas en el famoso proyecto del PP y el comienzo de esos problemas. Se debería estudiar si esa relación existe y, si es así plantear soluciones. El deterioro de las viviendas es evidente, tenemos vallas protegiéndonos de edificios derruidos y uno de los callejones más pintorescos del barrio cortado durante más de un año a causa de una demolición por ruina que no se produce. Además por la orografía del propio cerro, las casas que hay a sus pies se ven amenazadas por las rocas sobre las que se asienta el Castillo.
Estos problemas han llegado hasta los plenos a través de mociones de la oposición. Se ha intervenido en el muro de la calle El Castillo que amenazaba con filtraciones y desprendimientos la vivienda de uno de los vecinos. El Ayuntamiento lo da por solucionado, pero los vecinos dudan de que sea la solución idónea, y piensan más bien que es solamente una intervención estética que no va a durar. Al problema que también se denunció hace más de un año por el posible desprendimiento de una roca sobre una casa (y que sabemos que están en trámite de actuar sobre él), se han unido nuevos desprendimientos en otra de las losas del cerro. Y tenemos claro que no va a ser el último problema de humedades y desprendimientos al que se van a enfrentar los vecinos y vecinas.
El barrio se ha degradarlo acelerando el deterioro de las viviendas a causa de humedades y filtraciones
Si estos problemas de habitabilidad y seguridad de algunas viviendas nos parecían pocos, los vecinos también se siguen enfrentando a problemas de vandalismo a pesar de las cámaras de vigilancia que se instalaron, que al final parece que no han sido ni efectivas ni disuasorias porque continúan las mismas quejas.
Además continúan insistiendo en la necesidad de mejorar la accesibilidad a la calle del Castillo desde la zona de las Huertas, se quejan de la suciedad de las calles por los excrementos de los perros o la suciedad que se generan las concentraciones de jóvenes en diversos puntos de la zona y han unido a sus reivindicaciones la lamentable situación de la zona conocida como el Batallódromo que está junto a las calles del barrio.
Una zona que el ayuntamiento sólo se encarga de acondicionar prácticamente una vez al año con motivo de la conmemoración de la Batalla o el encuentro gachamiguero, y que, por la pandemia, lleva ya casi 2 años sin arreglarse. 2 años en los que la maleza y la suciedad fruto de los comportamientos incívicos de los dueños de los perros que no recogen sus excrementos se han acumulado dando lugar a esa sensación de abandono total que se une a la que tienen muchos espacios de nuestra localidad.
El vandalismo continúa, las cámaras de vigilancia no han sido ni efectivas ni disuasorias
Durante 2 años el equipo de gobierno ha recortado más de 233.000 euros a su famosos Plan de Barrios y estos recortes se notan cada vez más en nuestra ciudad especialmente en las zonas residenciales periféricas y en el propio Casco Histórico del que hablamos hoy. Ya sabemos que el Partido Popular sólo tiene interés en hacer mejoras cuando se enfrenta a un periodo electoral para olvidarse luego durante 4 años de las necesidades de sus vecinos. Aún así es difícil comprender que con la apuesta económica tan enorme que se ha hecho por el Castillo se olviden del entorno y de la principal zona turística del pueblo.
A día de hoy encontramos un barrio cada vez más vacío con casas en ruina y en venta porque los vecinos se están marchando a causa de todos los inconvenientes y por los mismos inconvenientes es un barrio sin posibilidad de atraer nuevos vecinos. Para que el casco histórico de Almansa se convierta en un motor de desarrollo económico de la zona para los próximos años hay que empezar por escuchar a los vecinos.
Si a Roselló y su equipo de gobierno les preocupara de verdad la situación de uno de los barrios más emblemáticos de nuestra ciudad por sus particularidades, por su situación y por su importancia como escaparate de nuestra ciudad dejaría ya de ignorar las continúas peticiones que les están haciendo llegar desde hace años estos vecinos y se pondría manos a la obra para elaborar y realizar un Programa de Actuación para el Casco Histórico. Deberían estudiar la causalidad entre la obra que se realizaron con el Proyecto del Cerro del Águila y los problemas que se están produciendo para solucionarlos con las mejoras urbanas que sean necesarias. También habría que asegurar el terreno de la base del Castillo para garantizar la seguridad de las casas y apostar por la revitalización del barrio con incentivos a las viviendas y la creación de negocios, la mejora de la limpieza o de la vigilancia.
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