Comunicación PSOE 
El alcalde de Almansa, Javier Sánchez Roselló va a aprovechar este mes de julio para intentar quitarse de enmedio algunos problemas que su mala gestión le ha acarreado y que se han venido acumulando en los últimos años.
En concreto, en el próximo Pleno se plantea una regularización de facturas de la empresa de Turismo, Ilunion, que hasta ahora no se habían pagado porque habían generado dudas en la tesorería municipal o directamente porque su pago era ilegal.
El próximo pleno, después de medio año de completo aburrimiento en plenos sin contenido va a ir cargado de todos los asuntos que Roselló quiere que pasen desapercibidos porque la gente está de vacaciones y uno de ellos son las facturas que el ayuntamiento acumula en los cajones de la empresa Ilunion desde 2017. Lo fundamental de este paquete de más de 44.000 es lo que por un lado pagaremos a Ilunión por los servicios de Turismo durante el confinamiento. (No está detallado cual fue su trabajo, mientras los servicios estaban cerrados y todos los ciudadanos estábamos en casa) y por otro lado, y aquí es donde la acción de Roselló se sitúa en la ilegalidad, se quieren pagar más de 22.000 euros de unos servicios que la empresa realizó encargados a dedo por la anterior corporación y que no pueden pagarse porque no están avalados por ningún contrato.
Se quieren pagar más de 22.000 euros de unos servicios que la empresa realizó encargados a dedo y que no pueden pagarse porque no están avalados por ningún contrato
Hace unas semanas la empresa volvió a registrar estas facturas, que corresponden a la gestión del Museo de la Batalla de Marzo de 2019 a Diciembre de ese mismo año. Unas facturas que la tesosería del Ayuntamiento ya rechazó pagar en 2019, porque hacerlo sería cometer una ilegalidad y que ahora Roselló quiere hacer colar a través de una decisión del Pleno de pagar estas facturas. Y lo que quiere hacer es muy grave, porque va a comprometer a todos sus concejales en tomar una decisión ilegal, en la que pueden tener responsabilidades personales.
Roselló ha pedido informes a dos de sus técnicos para que avalen el pago de esas facturas, pero no lo ha conseguido. El primero de los informes, del técnico de turismo reconoce que las facturas corresponden a servicios realizados sin contrato con la empresa que los prestó y por otro lado la interventora en su informe avala los pagos que puedan hacerse en facturas pendientes de años atrasados, pero no valida estas facturas presentadas sin contrato que las avale.
En el pleno de Julio se van a sacar de los cajones muchas facturas que legalmente el ayuntamiento no puede pagar.
Por entrar en el fondo de la cuestión, el problema viene de marzo de 2019, en esta fecha concluía un contrato menor con el que Ilunion gestionaba el Museo de la Batalla. Los contratos menores por ley no se pueden prorrogar, el Ayuntamiento podría haber sacado el servicio a concurso o encargarselo a otra empresa diferente. Pero apostó por esta solución ilegal. Hay informes de contratación advirtiendo al alcalde de la ilegalidad en verano de 2019.
Esta situación irregular de prestación de servicios sin contrato llegó hasta julio de 2020, cuando se sacó a concurso la gestión de turismo que ya incluyó legalmente la gestión del Museo de la Batalla.
Naturalmente que si la empresa dio el servicio, puede reclamar el pago de estas facturas, pero se trata de otro procedimiento, de caracter patrimonial, que tendría que decidir quién tiene qué pagar las facturas, si la tesorería del ayuntamiento o si hay responsabilidades personales en los concejales que han tomado esta decisión de continuar prestando el servicio de manera ilegal.
Hay que tener en cuenta que la administración tiene unos procedimientos y estos son sagrados y puede haber responsabilidades personales cuando, como en este caso un cargo político se salta la ley.
Que el pleno apruebe el pago de estas facturas ilegales no convierte la acción en legal, sino que traslada la responsabilidad a los concejales que voten a favor
Entendemos que, que el pleno apruebe el pago de estas facturas ilegales no convierte la acción en legal, sino que traslada la responsabilidad, exime a los trabajadores del área de intervención del Ayuntamiento de Almansa para hacerla recaer directamente en los concejales que voten a favor y que conformen la mayoría que apruebe este pago.
Por eso estamos convencidos de que, todos los concejales que con su voto apoyen el pago de estas facturas, tendrán responsabilidades personales.
Como veis el pleno de Julio, va a ser un pleno escoba y en él se van a sacar de los cajones muchas facturas que legalmente el ayuntamiento no puede pagar. Pero no son todas, aún les van a quedar bastantes para regularizar.
Solo en el periodo de enero a julio de 2020 y con este mismo concepto de la gestión del Museo de la Batalla, hay más de 10.000 euros sin regularizar en facturas igualmente ilegales. Ilunion incluso ha presentado facturas de gestión del Museo en los meses de confinamiento, pero aún no se ha previsto pagarlas.
Estamos en el último verano de Roselló antes de las próximas elecciones y el alcalde está sacando la basura y limpiando los cajones
Estamos en el último verano de Roselló antes de las próximas elecciones y el alcalde está sacando la basura y limpiando los cajones, pero aún le queda. Para colmo, para poder pagar estas facturas el Ayuntamiento dejará de pagar a la empresa que desarrolla el POM de Almansa, con lo que sin duda se van a poner dificultades para que el necesitado plan de urbanismo, del que depende la creación de nuevo suelo industrial.
En resumen, si lo anunciado en la comisión de hacienda no cambia, veremos en el próximo pleno como los concejales del equipo de gobierno perpetran un acto ilegal retransmitido por televisión. Aunque los vea poca gente quedará grabado.
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