Hoy comparecían ante los medios de comunicación locales, Adrián Megías y Maxi Martínez para anunciar lo que hemos llamado “Pacto Social por el Agua en Almansa” y que será presentado en el próximo pleno de este Ayuntamiento mediante la correspondiente moción.
Tras el paso de unos años con una gestión privada del agua en Almansa, y teniendo presente que no ha mejorado el servicio, y que lo único en que redunda para los almanseños es en una subida del precio del agua, pérdida de calidad y una peor atención al público, invitamos al Partido Popular a que reflexione y revierta esta situación, pues solo los necios son incapaces de ver que la venta del agua fue en negocio para una empresa privada sin beneficio social alguno.
Con esta moción pretendemos que los grifos de la ciudad de Almansa vuelvan a ser de los almanseños. De lo contrario, a partir de diciembre el Partido Popular deberá informar a los ciudadanos y ciudadanas de Almansa por qué el agua les va a subir un 25% del precio sin nada más a cambio. Es decir, por arte de magia los vecinos y vecinas van a pagar de la noche a la mañana más dinero por nada; esto es, el que pague 100€ de agua pasará a pagar 125€ por que sí.
Son varias las razones que nos mueven a proponer esta Pacto Social: en primer lugar, la declaración de la ONU en 2010 que reconoce el agua como un derecho humano; en segundo, razones económicas volver el agua a la gestión pública supondrá un ahorro para los almanseños que como mínimo pueden ser de un 35%, revirtiendo así en los ciudadanos; y tercero y fundamental, evitar la supuesta corrupción, corrupción que se traduce en el “chantaje” que existe debido a la cláusula contractual de lo que el Partido Popular y la empresa que gestiona el servicio llaman “equilibrio financiero”. Esto se traduce en que: si hay beneficios se los lleva la empresa y si hay pérdidas las pagamos los ciudadanos.
A nadie se le escapa que una empresa privada no es un ente benévolo y benefactor que busca mejorar la vida de los demás, sino que busca el lucro a costa de cualquier cosa, a costa del bienestar de los ciudadanos.
En definitiva, el pacto social es una “hoja de ruta” que va más allá de la defensa de un sistema de gestión y pretende crear un nuevo modelo económico, ambiental y social al servicio de los ciudadanos, en el que la prioridad sean las personas y la participación de las mismas. El Pacto Social del Agua no solo supone la paralización definitiva de la privatización de nuestro agua sino que sienta las bases para la creación de un modelo público 100%, transparente y participativo. Debemos imaginarnos una ciudad más inclusiva, donde el agua sea de todas las personas.
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